¿Cuál es el mejor tratamiento para la epífora ocular?

Las lágrimas ayudan a los ojos a mantenerse en buen estado y sano. Sin embargo un lagrimeo incontrolado, también conocido como ojos llorosos o epífora, puede afectar a tu bienestar. Analicemos lo relativo a epífora ocular tratamiento.

Síntomas de la epífora

La epífora puede hacer que los ojos lloren, bien ligeramente o de forma excesiva con un flujo constante de lágrimas.

El lagrimeo continuo de los ojos fuera de lo normal es una de las consultas más frecuentes en atención primaria

También puede manifestar otros síntomas en los ojos, como:

  • Enrojecimiento
  • Vasos sanguíneos visiblemente dilatados
  • Dolor
  • Hinchazón de los párpados
  • Visión borrosa
  • Sensibilidad a la luz
  • Sensación de tener un cuerpo extraño
que es epífora

Causas de los ojos llorosos

Entre las causas más habituales de la epífora ocular se encuentran:

Objetos extraños y lesiones

Cuando se introduce algo en el ojo, la irritación resultante puede desencadenar un parpadeo repentino y lagrimeo para expulsarlo.

Una mota de polvo, suciedad u otro material puede provocar una abrasión o un rasguño.

Unas lentes de contacto sucias o rotas también pueden arañar o lesionar el ojo, provocando epífora.

También puede sentir arenilla, dolor o molestia en el ojo.

Alergias

La fiebre del heno o rinitis alérgica es una causa común de epífora.

Esto ocurre cuando tu cuerpo reacciona a sustancias inofensivas como el polen, el polvo y la caspa de las mascotas.

El sistema inmunitario produce anticuerpos contra estos alérgenos, lo que desencadena una respuesta inflamatoria que provoca ojos rojos, hinchados y llorosos.

Infección e inflamación

Las infecciones y la inflamación de los ojos y los párpados pueden causar epífora.

  • La conjuntivitis es una afección común. Suele estar causada por una infección bacteriana o vírica en uno o ambos ojos. Como su nombre indica, esta afección provoca la inflamación de los vasos sanguíneos del ojo, dándole un aspecto rosado o rojo.
  • La córnea, la lente transparente del ojo, puede inflamarse. Esta afección se denomina queratitis. Los síntomas incluyen dolor, enrojecimiento, visión borrosa, sensibilidad a la luz y exceso de lagrimeo y secreción blanca.
  • Una infección o inflamación en las glándulas lagrimales puede causar hinchazón y exceso de lagrimeo.
  • Una pestaña encarnada puede infectarse causando una hinchazón dolorosa y ojos llorosos.
  • Un orzuelo parece un grano o un forúnculo a lo largo de la línea de las pestañas. Esta dolorosa protuberancia roja suele estar causada por una infección bacteriana de las glándulas sebáceas del párpado.
  • La blefaritis es una hinchazón roja e inflamada de los párpados. Esta afección se produce cuando las glándulas sebáceas de la base de las pestañas se obstruyen.
  • El tracoma es una grave infección bacteriana del ojo. Esta enfermedad contagiosa es la principal causa de ceguera en el mundo. Los síntomas incluyen picor, párpados hinchados, pus y epífora.

Obstrucción del conducto lagrimal

Los conductos nasolagrimales se localizan en la esquina interior de cada ojo. Drenan las lágrimas para evitar la acumulación de agua en los ojos.

Estos conductos pueden obstruirse o estrecharse, provocando una epífora grave. Esto puede afectar a uno o a ambos ojos. Esta afección afecta a bebés, niños y adultos.

Los conductos pueden bloquearse debido a la hinchazón, la inflamación y la infección. Los síntomas incluyen hinchazón de los ojos, enrojecimiento y lágrimas que fluyen por la cara.

Algunos tipos de obstrucción son genéticos. La estenosis punctal es una afección en la que la abertura del conducto ocular se estrecha o se bloquea.

Cambios en los párpados

Parpadear ayuda a que las lágrimas caigan uniformemente sobre los ojos. Cualquier cambio en la estructura y función de los párpados puede provocar epífora.

Esto puede ocurrir de forma natural o debido a una lesión. Por ejemplo los párpados debilitados y arrugados en las personas mayores pueden acumular lágrimas, causando enrojecimiento y lagrimeo crónico.

En el caso de un párpado ectópico éste se aleja del globo ocular. Esto impide que las lágrimas drenen correctamente.

Si hablamos de un párpado entropión nos encontramos que está girado hacia dentro. Esto puede causar presión, raspado y molestias en el ojo, desencadenando la epífora.

ojos con lágrimas

Otras causas

Hay otras afecciones que pueden provocar epífora, como por ejemplo:

  • Sequedad ocular
  • El frío y la gripe
  • El sol y el viento
  • Uso excesivo de dispositivos digitales
  • Lesiones en la cara o en la nariz
  • Infección de los senos paranasales

Asimismo algunos medicamentos también pueden causar epífora, como en el caso de medicamentos tópicos para la presión arterial, medicamentos de quimioterapia, esteroides, etc.

Diagnóstico de la epífora

El médico o el oftalmólogo, como el especialista en la materia Dr. Roberto Secondi, realiza un examen de los ojos y los párpados superior e inferior para averiguar la causa de la epífora.

Con la ayuda de un endoscopio el médico puede ver los vasos sanguíneos detrás del ojo y comprobar la presión ocular.

También puede examinar los conductos nasales y las cavidades sinusales.

La combinación de la sintomatología observada junto con el historial médico permite realizar un diagnóstico fundamentado y la consiguiente acción facultativa.

Así pues, por ejemplo, si se haya alguna secreción o pus en el ojo, conviene comprobar si existe alguna infección bacteriana o vírica.

Tratamiento de la epífora

En ocasiones los ojos llorosos pueden desaparecer sin tratamiento.

No obstante siempre es conveniente la valoración de un profesional quien, en caso de ser necesario, prescribirá un tratamiento en función de la causa. Por citar algunos:

tratamiento casero para los ojos llorosos

Objetos extraños

Intenta expulsar el objeto con un chorro suave de agua limpia. Lávete las manos con agua y jabón y quítate las lentes de contacto si las llevas puestas.

Si el lagrimeo no se detiene, así como el dolor o cualquier otro síntoma después de retirar el objeto consulta a tu médico a la mayor brevedad.

Alergias

La epífora debida a las alergias suele ser estacional. Si los conoces intenta evitar los desencadenantes tales como el polen durante los meses de primavera.

Puedes aliviar los ojos llorosos y otros síntomas de la alergia con medicamentos. Los medicamentos para la alergia ayudan a reducir la respuesta inmunitaria hiperactiva y a aliviar los síntomas. Entre ellos se encuentran:

  • Antihistamínicos
  • Descongestionantes
  • Sprays nasales de cromolino sódico
  • Gotas para los ojos

Infecciones e inflamaciones

Son bastantes las infecciones oculares víricas que desaparecen sin tratamiento o con una intervención menor por parte de tu médico, que puede por ejemplo tratar una infección bacteriana del ojo o del párpado con gotas o pomadas antibióticas.

También puedes usar una compresa caliente para calmar la inflamación, así como enjuagar el ojo con agua estéril para eliminar cualquier costra o secreción.

Conductos obstruidos y cambios en los párpados

Los conductos lagrimales obstruidos pueden desaparecer por sí solos o con un tratamiento antibiótico para una infección ocular.

En este caso también puede resultar útil usar una compresa tibia con agua estéril para ayudar a eliminar cualquier residuo en los ojos.

No obstante en algunos casos el conducto lagrimal obstruido puede requerir cirugía para abrir el drenaje del ojo. Igualmente los cambios en los párpados también pueden repararse con cirugía.

La epífora en el caso de los recién nacidos suele resolverse por sí sola. Los conductos lagrimales de los bebés pueden tardar hasta unos meses en abrirse por completo. Puede ser necesario limpiar los ojos con un algodón húmedo estéril varias veces al día.

Qué hacer en caso de ojos llorosos

El lagrimeo es frecuente a cualquier edad. Esta afección no siempre es motivo de preocupación. La epífora debida a alergias, un resfriado o un orzuelo en el párpado suele resolverse por sí sola.

Sin embargo, la epífora también puede ser un síntoma de una infección grave. Acude al médico urgentemente si tienes epífora junto con dolor, cambios en la visión o sensación de arenilla en los ojos.

Lávate las manos con regularidad y evita tocarte la cara para evitar la propagación de gérmenes a los ojos.

Si llevas lentes de contacto aumenta tu probabilidad de sufrir infecciones oculares que provoquen epífora. Recuerda lavarte bien las manos antes de ponerte o quitarte las lentillas, limpia las lentes a diario y sustituye las lentes de contacto viejas o caducadas.

Protege tus ojos y tu vista. Utiliza protección solar cuando estés al aire libre. Reduce la tensión ocular utilizando gafas protectoras y limita el tiempo que pasas mirando pantallas.

Y por supuesto haz que los exámenes oculares completos formen parte de tus revisiones médicas periódicas.

Aviso de renuncia de responsabilidad

La información contenida en esta web es tan sólo informativa. En ningún caso sustituye la asesoría médica. Recomendamos que consulte a los profesionales de la salud correspondientes (médico, dietista registrado, farmacéutico, etc.).


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