Antes de entrar con los beneficios del deporte tenemos que tener claro que entendemos como ejercicio.
Entendemos por hacer deporte el mero hecho de moverse, de ejercitarse. El ejercicio se define como cualquier movimiento que hace trabajar a los músculos y requiere que el cuerpo queme calorías.
Hay muchos tipos de actividad física, como nadar, correr, trotar, caminar y bailar, por nombrar algunos.
Se ha demostrado que ser activo tiene muchos beneficios para la salud, tanto física como mentalmente. Incluso puede ayudarle a vivir más tiempo.
Estas son las 10 formas principales en las que el ejercicio regular beneficia a tu cuerpo y a tu cerebro.
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El ejercicio te hace más feliz
Está demostrado que el ejercicio mejora el estado de ánimo. También disminuye los sentimientos de depresión, ansiedad y estrés.
Esto no es por casualidad. Hacer deporte produce cambios en las partes del cerebro que regulan el estrés y la ansiedad.
También aumenta la sensibilidad del cerebro a las hormonas serotonina y norepinefrina, que alivian los sentimientos de depresión.
Además, el ejercicio incrementa la producción de endorfinas. Esto es clave, ya que ayudan a producir sentimientos positivos y a reducir la percepción del dolor.
Curiosamente, no importa la intensidad de tu entrenamiento. El deporte puede beneficiar tu estado de ánimo sin importar la intensidad de la actividad física.
De hecho, en un estudio realizado en 24 mujeres diagnosticadas de depresión, el ejercicio de cualquier intensidad disminuyó significativamente los sentimientos de depresión.
Otros estudios descubrieron que las personas activas que dejaban de hacer ejercicio con regularidad experimentaban un aumento significativo de los síntomas de depresión y ansiedad, incluso después de sólo unas semanas.
2. El ejercicio te ayuda a perder peso
Uno de los beneficios del deporte más conocido es que ayuda a adelgazar.
Algunos estudios han demostrado que la inactividad es un factor importante en el aumento de peso y la obesidad.
Para comprender el efecto del ejercicio en la reducción de peso, es importante entender la relación entre el ejercicio y el gasto de energía.
El ejercicio es la forma más eficaz, eficiente y saludable de perder peso
El cuerpo gasta energía de tres maneras:
- Digiriendo los alimentos.
- Haciendo ejercicio.
- Manteniendo las funciones corporales, como los latidos del corazón y la respiración.
Cuando se hace dieta, la reducción de la ingesta de calorías disminuye la tasa metabólica, lo que puede retrasar temporalmente la pérdida de peso.
Por el contrario, se ha demostrado que el ejercicio regular aumenta su tasa metabólica, lo que puede quemar más calorías para ayudarle a perder peso.
Además, los estudios han demostrado que combinar el ejercicio aeróbico con el entrenamiento de resistencia puede maximizar la pérdida de grasa sin perder músculo. Esto es esencial para perder peso peso y mantener un buen tono muscular.
3. El ejercicio es bueno para los músculos y los huesos
El ejercicio desempeña un papel fundamental en la construcción y el mantenimiento de músculos y huesos fuertes.
Actividades como el levantamiento de pesas pueden estimular la construcción de los músculos cuando se combinan con una ingesta adecuada de proteínas.
Esto se debe a que el ejercicio ayuda a liberar hormonas que promueven la capacidad de los músculos para absorber aminoácidos. Esto les ayuda a crecer y reduce su descomposición.
A medida que las personas envejecen, tienden a perder masa y función muscular, lo que puede conducir a un mayor riesgo de lesiones.
Practicar una actividad física regular es esencial para reducir la pérdida de músculo y mantener la fuerza a medida que se envejece.
El ejercicio también ayuda a desarrollar la densidad ósea cuando se es más joven, además de ayudar a prevenir la osteoporosis más adelante.
4. El ejercicio aumenta tus niveles de energía
Otro de los beneficios del deporte es que el ejercicio puede ser un verdadero potenciador de la energía para muchas personas, incluidas las que padecen diversas afecciones médicas.
Un estudio descubrió que 6 semanas de ejercicio regular pueden ser suficientes para reducir la sensación de fatiga en personas que manifiestan un cansancio persistente. El deporte es igualmente útil para las personas con síndrome de fatiga crónica (SFC) y otras enfermedades.
De hecho, el ejercicio parece ser más eficaz para combatir el síndrome de fatiga crónica que otros tratamientos, incluidas las terapias pasivas como la relajación y los estiramientos o ningún tratamiento.
Y no olvidemos los fantásticos beneficios del ejercicio para la salud del corazón y los pulmones.
El ejercicio aeróbico estimula el sistema cardiovascular y mejora la salud pulmonar. Todo ello ayuda, indudablemente, a mejorar los niveles de energía.
Al moverse más, el corazón bombea más sangre, llevando más oxígeno a los músculos que trabajan.
Con el ejercicio regular, el corazón se vuelve más eficiente y hábil a la hora de transportar oxígeno a la sangre, haciendo que los músculos también sean más eficientes.
Con el tiempo, este entrenamiento aeróbico hace que los pulmones se vean menos exigidos y se requiera menos energía para realizar las mismas actividades. Esta es una de las razones por las que es menos probable que te falte el aire durante una actividad vigorosa.
5. El ejercicio reduce el riesgo de enfermedades crónicas
Se ha demostrado que el ejercicio regular mejora la sensibilidad a la insulina, la salud del corazón y la composición corporal. También puede reducir la presión arterial y los niveles de colesterol.
Más concretamente, el ejercicio puede ayudar a reducir o prevenir las siguientes enfermedades crónicas:
- Diabetes de tipo 2. El ejercicio aeróbico regular puede retrasar o prevenir la diabetes de tipo 2. También es bueno contra la diabetes de tipo 1. El entrenamiento de resistencia para la diabetes de tipo 2 incluye mejoras en:
- La masa grasa
- La presión arterial
- El control glucémico
- La resistencia a la insulina
- Enfermedades cardíacas. El ejercicio reduce los factores de riesgo cardiovascular y es también un tratamiento terapéutico para las personas con enfermedades cardiovasculares.
- Muchos tipos de cáncer. El ejercicio puede ayudar a reducir el riesgo de varios tipos de cáncer, como el de mama, colorrectal, de endometrio, de vesícula biliar, de riñón, de pulmón, de hígado, de ovario, de páncreas, de próstata, de tiroides, gástrico y de esófago.
- Colesterol alto. La actividad física regular de intensidad moderada puede aumentar el colesterol HDL (bueno) y mantener o compensar el aumento del colesterol LDL (malo). Las investigaciones apoyan la teoría de que se necesita una actividad aeróbica de alta intensidad para reducir los niveles de LDL.
- Hipertensión: La práctica regular de ejercicio aeróbico puede reducir la PA sistólica en reposo entre 5 y 7 mmHG en personas con hipertensión.
La falta de actividad física regular es una de las principales causas de las enfermedades crónicas
Por el contrario, la falta de ejercicio regular -incluso a corto plazo- puede provocar un aumento significativo de la grasa abdominal, lo que puede incrementar el riesgo de diabetes de tipo 2 y de enfermedades cardíacas.
Así que ya ves. Hacer deporte es fundamental. ¡Muévete corazón!
6. El ejercicio mejora la salud de la piel
La piel puede verse afectada por la cantidad de estrés oxidativo en el cuerpo. ¡Los beneficios del deporte parecen no tener fin!
El estrés oxidativo se produce cuando las defensas antioxidantes del cuerpo no pueden reparar completamente el daño celular causado por los compuestos conocidos como radicales libres.
Esto puede dañar la estructura de las células y afectar negativamente a su piel.
Aunque la actividad física intensa y exhaustiva puede contribuir al daño oxidativo, el ejercicio moderado regular aumenta la producción de antioxidantes naturales del cuerpo, por lo que ayuda a proteger tus células.
Del mismo modo, el ejercicio estimula el flujo sanguíneo y favorece adaptaciones de las células de la piel que pueden ayudar a retrasar la aparición del envejecimiento cutáneo.
7. El ejercicio es bueno para la salud del cerebro y la memoria
El ejercicio también mejora la función cerebral y protege la memoria y las habilidades de pensamiento.
Para empezar, aumenta el ritmo cardíaco, lo que favorece el flujo de sangre y oxígeno al cerebro. También puede estimular la producción de hormonas que mejoran el crecimiento de las células cerebrales.
Además, la capacidad del ejercicio para prevenir enfermedades crónicas puede traducirse en beneficios para tu cerebro, ya que su función podría verse igualmente afectada por los efectos negativos del sedentarismo.
La actividad física regular es especialmente importante en los adultos mayores. Esto es así porque el envejecimiento combinado con el estrés oxidativo y la inflamación promueve cambios en la estructura y la función del cerebro.
Se ha demostrado que el ejercicio hace que el hipocampo, una parte del cerebro que es vital para la memoria y el aprendizaje, aumente de tamaño, lo que puede ayudar a mejorar la función mental en los adultos mayores.
Por último, se ha demostrado que el ejercicio también reduce los cambios en el cerebro que pueden contribuir a afecciones como la enfermedad de Alzheimer y la demencia.
8. El ejercicio te ayuda con la relajación y la calidad del sueño
El ejercicio regular es vital para relajarse y a dormir mejor.
En cuanto a la calidad del sueño, el agotamiento (pérdida) de energía que se produce durante el ejercicio estimula los procesos de restauración durante el sueño.
Además, se cree que el aumento de la temperatura corporal que se produce durante el ejercicio mejora la calidad del sueño al ayudar a que la temperatura corporal descienda durante el descanso.
Una revisión de seis estudios descubrió que la participación en un programa de entrenamiento con ejercicios ayudaba a mejorar la calidad del sueño autodeclarada y a reducir la latencia del sueño, que es la cantidad de tiempo que se tarda en dormirse.
Igualmente tanto los ejercicios de estiramiento como los de resistencia implican mejoras en el sueño de las personas con insomnio crónico. Los estiramientos también se mostraron efectivos para la reducción de la ansiedad.
Puedes ser flexible con el tipo de deporte que elijas. Tanto el ejercicio aeróbico solo como el combinado con el entrenamiento de resistencia son efectivos para mejorar la calidad del sueño.
9. El ejercicio reduce el dolor
Aunque el dolor crónico puede ser debilitante, el ejercicio te puede ayudar a reducirlo.
De hecho, durante muchos años, la recomendación para tratar el dolor crónico era el descanso y la inactividad. Sin embargo, estudios recientes demuestran que el ejercicio ayuda a aliviarlo.
Son varios los estudios que demuestran que el deporte ayuda a controlar el dolor asociado a varias enfermedades, como la lumbalgia crónica, la fibromialgia y el trastorno crónico de los tejidos blandos del hombro, por nombrar algunas.
Además, la actividad física también aumenta la tolerancia al dolor y disminuye la percepción del mismo.
10. El ejercicio mejora la vida sexual
¡Y por último la guinda del pastel!
Se ha demostrado que el ejercicio aumenta el deseo sexual.
Hacer ejercicio con regularidad fortalece el corazón, mejora la circulación sanguínea, tonifica los músculos y aumenta la flexibilidad. Todos son factores que contribuyen a una mejora de la vida sexual.
La actividad física también puede mejorar el rendimiento y el placer sexual, así como la frecuencia de la actividad sexual.
Hay estudios con conclusiones positivas para mujeres y hombres:
En cuanto a las mujeres la práctica deportiva en la posmenopausia se asocia con un aumento de la función y el deseo sexual.
Respecto a los hombres se ha descubierto que hacer ejercicio durante al menos 160 minutos a la semana durante un periodo de 6 meses ayuda a mejorar significativamente la función eréctil.
Es más, una simple rutina de un paseo de 6 minutos por la casa puede ser útil con esta disfunción.
